El domingo 6 de marzo de 2011 quedará en la historia de Colón, Buenos Aires, como el día que se inauguró oficialmente el circuito pavimentado, el "Emilio Reybet". Ese día cerré un círculo, una historia que me costaba entender. Las imágenes obtenidas ese día y lo vivido aquella tarde, me permitieron cerrar una historia, la que había arrancado con una entrevista a José el "Vasco" Gorosurreta, piloto y fanático hasta los huesos del automovilismo zonal y de la ciudad, para el Semanario El 10. Allí el "Vasco" me decía: "“El día que se inaugure el circuito voy a cumplir uno de los sueños de mi vida”. Creyendo que eso sucedería porque estaba trabajando a fondo, como en su vida, en el tema, me costaba entender esa pasión. El domingo pude develar aquella duda, viéndolo en su salsa, rodeado de fierros y amigos, mirando la cinta asfáltica tantos años deseada y emocionado hasta las lágrimas. Y sus hijas y el Hernán, el "Vasquito" chico, apoyando su pasión y aplaudiéndolo con orgullo. Claro, esto que escribo no se entenderá sino revivimos aquella nota de El 10, un homenaje merecido, del martes 18 de mayo de 2010. Hace unos meses escribía esto, que hoy me complace recordar. La entrevista a la pasión.
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HOMENAJE: José Vasco Gorosurreta
“El día que se inaugure el circuito voy a cumplir uno de los sueños de mi vida”
Tiene 64 pirulos y hace 43 que corre en autos. El Vasco recibió a El 10 para hablar de todo, de su vida en el automovilismo y del sueño que está pronto a cumplirse: el de la pista pavimentada en nuestra ciudad. El mundo de los fierros lo reclamaba y aquí el homenaje a un histórico.
“Pasá, pasá, Pissinis, recién llego de la pista, me había olvidado que venías, menos mal que me vine”. La primera frase de la tarde lo pinta de cuerpo entero, servicial, directo, sincero y apasionado. Es que la tarde del sábado dejó uno de los fríos más fuertes de lo que va del 2010 pero José Gorosurreta no pudo faltar a la obra de su vida: la pista pavimentada que pronto estará para estrenar. “Gracias a Dios ya mañana arrancan a hacer la ultima parte de la base para después pavimentar”, explica el Vasco, quien palpita que a fines de julio cumplirá su sueño. También palpita por lo menos dos fechas de los zonales, algunas carreras de la Federación Santafesina y carreras de motos. “Ya vinieron varios a pedirnos fechas pero les dijimos que esperen que terminemos la pista y después hablamos”, cuenta cauteloso. Nos sentamos en su cocina. Baja el televisor y se dispone a hablar y a recordar, para el deleite de quien escribe y de quienes leen.
¿Cuando arrancaste a correr?
-Yo arranque corriendo en los biplazas en 1968 en Acevedo, con un Chevrolet ’27, eran unos cachivaches chicos en los que iban dos tipos. A mi me acompañaban el “Tati” Spagnuolo y el “Canario” Spagnuolo, entre otros. Tenía 22 años en ese entonces.
¿Y tu pasión por lo fierros cuando arrancó?
-Yo cuando era pendejo era el loco de las motos. Cuando salí del Servicio Militar me había puesto un tallercito y en Alfonzo había un tipo que me dio un trabajo para repararle un acoplado, cuando fuimos a verlo en un galpón tenia un chasis con un motor y todo, me entusiasmé y le cambié el trabajo por el chasis. Lo preparamos y empecé a correr.
¿No paraste más de correr desde entonces?
-Desde el año 1968 hasta acá nunca paré, paré una vez que estuve enyesado 6 meses. Te puede decir Rubén Giuli, que lleva la cuenta, que no falto a una fecha de los campeonatos que he intervenido, desde el año ’80. Debo tener asistencia perfecta.
¿A que se debe? ¿Qué pensás?
-Porque me gusta, que se yo… este año cumplo 43 años corriendo.
Hay gente que no se explica esa pasión… ¿ganaste plata?
-No… he trabajado toda mi vida para los autos. Me parece que si no hubiera corrido en auto, con lo que he trabajado en toda mi vida, tendría capaz que 100 hectáreas de campo.
¿Te arrepentís de eso?
-Nooooo (Rotundo) jamás, si me hubiera arrepentido ya me hubiera bajado. No, nunca, porque yo hubiera llegado a los 65 años como un tipo amargado si me gustaba correr y no lo hubiera hecho.
Entonces cumpliste tu sueño…
Totalmente. Y el último sueño que se cumple es éste, el del circuito porque yo siempre trabajé para el Moto Club, siempre. Fui un apasionado, de poner el lomo, y por eso ahora me empeñé tanto, voy a la Municipalidad, vengo, y me rodeé, no se por qué, si porque soy honesto, lindo, loco, no se… de gente importante que me sigue. Hasta el Intendente me dio bola porque un día lo invité al asado de mi cumpleaños que hago todos los años. Yo no lo conocía, yo nunca había hablado con él y vino. Empezamos a hablar, se ve que le caí en gracia, y se re portó con nosotros, nos está dando una mano grande.
¿Tu familia siempre te acompañó?
-Sí, siempre. Un día dije no corro más porque me costaba juntar la plata, pero mis hijas pusieron el grito en el cielo, las chicas me dijeron que no deje y me convencieron. Ellas dos me acompañaron en las carreras, subieron al auto conmigo.
¿Te sentís un referente de la zona?
En la zona tengo una hinchada bárbara. Si bien antes anduve mucho tiempo en punta, ahora con casi 65 años no soy el mismo, pero fijáte que el año pasado de 30 autos me traje el número 7 del campeonato. Ahora tengo mas experiencia y estoy mas calmado, antes no he ganado un campeonato porque era un loco, porque Juan José (Reybet) me tocaba el hombro y me decía “aunque las bielas queden colgadas del alambre usted acelere maestro”. Y lo hacía mierda al auto… (Se ríe). Cuando me miras en las fotos yo iba siempre cruzado con estos bichos… un loco total…
¿Y hasta cuando vas a correr?
Mirá, si quedo bien del brazo (Se quebró trabajando para el Auto Moto Club), voy a terminar este año y voy a empezar el otro, porque me siento bien. Muchos me preguntan cuando te vas a bajar del auto y yo les digo cuando haya 30 autos, y yo salga 29 o 28 me voy a la mierda sólo. Pero cuando yo miro para atrás y veo una sartenada de pendejos de 25 y 26 años, me dan ganas de seguir.
¿Como te imaginas el día que se inaugure la pista?
Que se yo… (Los ojos se le ponen brillantes), voy a cumplir uno de los sueños de mi vida, más aún porque tuve bastante que ver, trabajé mucho junto a toda mi gente.
No más preguntas. Todo lo que se puede agregar está de más. Un Vasco Gorosurreta auténtico y con la llama de la pasión encendida como desde el primer día. No podía faltar nuestro homenaje. Esperamos haber estado a la altura de las circunstancias.
FICHA TECNICA
NOMBRE COMPLETO: José Bautista Gorosurreta
EDAD: 64 años
FECHA DE NACIMIENTO: 22 de septiembre de 1945
SU PASION: Correr carreras de autos
FAMILIA: en compañía de Ana Bonafini, 3 hijos Carina, Hernán y Lucía
CARGO: Presidente del Auto Moto Club
MAS DATOS: Corre en autos desde hace 43 años.
ANECDOTARIO
Tiene miles de anécdotas pero a esta vale la pena resaltarla: “En el año ’84 Juan José me hacía un motor Peugeot que era un cañón pero no lo podíamos hacer pisar el suelo y entonces el viejo Emilio Reybet me dijo vamos a hacerle duales, y lo hicimos de seis ruedas al auto”. Fue el 1° de junio del año 1984 cuando el Vasco corrió en Pergamino con un auto con 6 ruedas. “A raíz de eso vinieron los de Carburando a hacerme una nota a Colón y también salí en revista Corsa porque yo me convertí en el primer tipo del mundo que manejó un auto así y ganó una carrera, aunque a vos te parezca mentira”, cuenta Gorosurreta con orgullo.
“Pasá, pasá, Pissinis, recién llego de la pista, me había olvidado que venías, menos mal que me vine”. La primera frase de la tarde lo pinta de cuerpo entero, servicial, directo, sincero y apasionado. Es que la tarde del sábado dejó uno de los fríos más fuertes de lo que va del 2010 pero José Gorosurreta no pudo faltar a la obra de su vida: la pista pavimentada que pronto estará para estrenar. “Gracias a Dios ya mañana arrancan a hacer la ultima parte de la base para después pavimentar”, explica el Vasco, quien palpita que a fines de julio cumplirá su sueño. También palpita por lo menos dos fechas de los zonales, algunas carreras de la Federación Santafesina y carreras de motos. “Ya vinieron varios a pedirnos fechas pero les dijimos que esperen que terminemos la pista y después hablamos”, cuenta cauteloso. Nos sentamos en su cocina. Baja el televisor y se dispone a hablar y a recordar, para el deleite de quien escribe y de quienes leen.
